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28 mayo, 2012

Blanquea tus dientes de forma casera

Si tus dientes están amarillentos o manchados y eso te causa complejos, vamos a darte algunas soluciones caseras para que puedas lucir una linda sonrisa.
Para tener dientes blancos es fundamental cepillarlos, como mínimo, 3 veces por día y utilizar hilo dental para quitar restos de alimentos que se depositan entre los dientes.
Es importante realizar la higiene bucal con paciencia cepillando bien cada diente para evitar que se forme la placa bacteriana, si no se tiene esta precaución la placa se va adhiriendo a los dientes y se transforma en sarro.

Debes saber también que el café y el cigarrillo producen manchas en los dientes difíciles de quitar, si no puedes evitar su cosumo al menos cepilla los dientes con más frecuencia.
A continuación te sugerimos unas viejas recetas caseras para blanquear los dientes, no se puede abusar de su utilización para no dañar el esmalte que los recubre.

* Cepillado con sal fina y limón.
En un recipiente pequeño (no metálico) se coloca una cucharadita de sal fina y se van agregando gotas de limón hasta formar una pasta.
Las cantidades en si no tienen importancia siempre y cuando haya la suficiente cantidad como para mojar el capillo varias veces.
Esta preparación tiene buenos resultados para quitar manchas en los dientes , se coloca en el cepillo y se procede cepillando cada diente, poniendo énfasis en los lugares con manchas o zonas más amarillentas.
La sal fina actúa como abrasivo y el ácido del limón actúa quitando las manchas.
Se debe tener cuidado de no friccionar las encías con esta pasta para no causar irritaciones.

* Cepillado con bicarbonato y limón
El bicarbonato es usado comunmente para blanquear los dientes y puede ser utilizado de varias maneras.
Como solución para dientes manchados indicamos que se utilice con limón, si los dientes están amarillentos puede ser utilizado solo y si lo que se desea es mantener los dientes blancos puede ser mezclado con la pasta dental normal y realizar el cepillado habitual con esta mezcla.

* Enjuagues con agua oxigenada
No más de tres veces por semana se puede utilizar el agua oxigenada de 10 volúmenes (no más alto porque quema) como enjuague bucal, reteniendola en los dientes por aproximadamente 30 segundos, luego se tira y no se enjuaga.
Es conveniente realizar este procedimiento luego de la última cepillada dental, antes de dormir.

* La pulpa de fresa
Se toma una fresa o frutilla y se aplasta con un tenedor hasta formar una pasta, luego se coloca sobre el cepillo y se procede a la limpieza de los dientes utilizandola en lugar del dentífrico común.
Advertencia: Reiteramos lo dicho anteriormente, los métodos caseros para blanquear dientes no pueden ser utilizados en forma frecuente ya que pueden desgastar el esmalte dental

25 mayo, 2012



No, no, no, no, no!


Ya no sé quien dice más “NO” en la casa, si mi bebé o yo. Él lo hace porque a su edad está descubriendo que es capaz de expresar sus deseos y busca imponer su voluntad. Yo lo hago porque no quiero que saque la tierra de las macetas, se suba en un mueble, o se resbale por correr sin zapatos, etc.
Es un estire y encoje todo el día. A veces me parece que son demasiadas las veces que le niego la posibilidad de hacer cosas. Está en una etapa de aprendizaje y descubrimiento que no quiero detener pero también en un momento en el que necesita que le den pautas y que sepa quién tiene el control.
Hace unos meses todo parecía más sencillo en ese sentido, pero ahora se nota su frustración al no poder poner en práctica lo que planea.
Para peores, está la típica reunión con tus amigas donde les has hablado de lo maravilloso y bien portado que es tu bebé, y de repente… el berrinche del siglo. No sabes a dónde meterte. Aunque lo hace esperanzado de conseguir lo que desea y no necesariamente para molestarme.
Ya he notado que si su frustración llega a afectarme, no solo puede que la rabieta dure más tiempo sino que, al final, él consiga lo que desea dándole un mensaje equivocado. En cambio, cuando se da cuenta que por más escándalo permanezco tranquila, el asunto se acaba rápido.
Una constante que tenemos es el tema de recoger lo que lanza al piso. Hay de dos tipos: las cosas que se lanzan para jugar y pasar el rato y las que por un berrinche tira enojado. Esas últimas sí le pido que las recoja de inmediato y me planto decidida hasta que lo hace. Al principio su reacción es un “no” “no” “no”, luego quiere irse del lugar, e incluso llora porque no quiere hacer lo que le pido. Las primeras veces pensé que tal vez era demasiado lo que estaba esperando de él o incluso que no me entendía mi solicitud, pero luego me di cuenta que sabe perfectamente de qué le hablo y por qué se lo estoy pidiendo. Después de muchas veces, ya las cóleras por recoger las cosas casi han desaparecido y en cuanto se lo pido se agacha y  me las da.
Hace un tiempo escuché a un sacerdote hacer una declamación que me pareció muy acertada. Re-fraseando él decía algo como: “ya dejen de preocuparse por qué mundo le van a dejar a sus niños y comiencen a preocuparse por qué niños le van a dejar a este mundo”.
Sinceramente creo que mi bebé está creciendo, absorbiendo y aprendiendo lo que yo decida, y si las reglas no están claras desde ahora, me da más miedo pensar que luego sea demasiado tarde.
Así que mi “no” “no” “no”, puede que no sea lo peor del mundo y su “no” “no” “no” seguro tendré que oírlo por mucho más tiempo. Lo más sano será hacernos ambos de la idea. 

24 mayo, 2012


La depresión también afecta a los niños


 La depresión que antes sólo se diagnosticaba en personas adultas, está cada día haciendo sufrir también a los niños. Ya no son sólo los adultos los que se deprimen. La depresión infantil, puede surgir a causa de “cambios importantes y estrés”, como resultado de la pérdida de los padres, un divorcio, o problemas familiares, etc.

Aproximadamente el 5% de los niños de la población en general padecen de depresión en algún momento. Los niños que viven con mucha tensión, que han experimentado una pérdida o que tienen desórdenes de la atención o de la conducta, o discapacidades en el aprendizaje, o aún problemas de salud mental, corren mayor riesgo de sufrir depresión.

¿Mi hijo tiene depresión?
Seguro que en algún momento de la infancia de su hijo, alguna madre se ha preguntado eso. Lo primero que hay que decir es que cada niño es único en su forma de ser. Hay que conocer muy bien al niño y saber lo que es realmente normal en su comportamiento.
No hay que apresurarse a sacar conclusiones o diagnósticos, sin embargo los padres y profesores deben estar atentos cuando alguno de sus niños presente las siguientes características:

- Está continuamente triste, llorando con más facilidad
- Pierde el interés por los juegos preferidos y por la escuela
- Se aleja de sus amigos y de la familia
- Presenta una comunicación pobre
- Se aburre y se cansa con facilidad
- Presenta menos energía o concentración
- Se queda irritable o demasiado sensible frente a pequeñas frustraciones, montando rabietas o berrinches con más facilidad
- Se le nota extremamente sensible hacia el rechazo y el fracaso
- Expresa baja autoestima, depreciándose a ellos mismos
- Elige “finales tristes” para sus cuentos y representaciones
- Se comporta de una manera agresiva
- Se queja constantemente de dolores tales como de cabeza o de estómago
- Duerme demasiado o muy poco
- Come demasiado o muy poco
- Sufre una regresión, hablando como un bebé u orinándose en la cama
- Habla de suicidio
- Habla de escaparse de la casa

La depresión también afecta a los bebés 

Con niños de hasta tres años, las señales para iniciar a sacar conclusiones empiezan cuando estos niños parecen tristes o decaídos aún cuando se les está consolando. Pueden, incluso, que se peguen desesperadamente a quien se ocupa de ellos o que dejen de comunicarse.

La depresión en esos niños está casi siempre ligada al cambio o pérdida de la persona responsable de su cuidado, o cuando quien les cuida no es capaz de responder a sus necesidades.
La depresión en los bebé se ve reflejada en su estado anímico; lo que no quiere decir que el bebé llora porque está triste, sino que da la impresión de que está apático y sin ninguna iniciativa.
En cuanto a las señales que manifiesta un bebé, está el hecho que no rechace los brazos de un desconocido, esto significa que algo pasa ya que lo normal es que el bebé tenga angustia por la separación de su madre y se ponga a llorar. Otra señal se muestra cuando el niño no siente deseos de llamar la atención, ya que a esta edad lo normal es que el bebé quiera atraer la atención de las personas que lo rodean.
Las consecuencias que puede traer la presencia de un cuadro depresivo en un bebé son varias. Puede producir cierto retraso en el desarrollo como el inicio de la marcha más tarde de lo normal, el inicio del habla, tener problemas de sueño, somatizaciones frecuentes, enfermedades de tipo infecto-contagioso debido a una disminución de las defensas biológicas que permanecen más allá de todo cuidado, alteraciones en la alimentación que mantienen al bebé en un estado de decaimiento.
Si has notado que el comportamiento de tu pequeño se identifica con algunas de estas características, es aconsejable que le prestes atención, y si crees que definitivamente encaja en ellas, lo ideal es que visites a un especialista infantil.

23 mayo, 2012

Las 6 estrategias de las madres solteras

 

 

Es normal que las madres solteras se sientan agobiadas, abrumadas, estresadas y preocupadas por criar a uno hijo solas, pues la realidad a la que muchas se enfrentan es a pagar cuentas, educación, trabajar, buscar un hogar y alimentar a un hijo solas.
El ser madre soltera es un trabajo difícil, exigente, agotador, pero a la vez gratificante cuando se ve hacia atrás y visualizas el camino recorrido que has logrado cruzar de la mano de tu pequeño.

1. Forma o busca un grupo de apoyo
Busca algún tipo de comunidad que te sirva de apoyo o respaldo, hemos sugerido aquellas que encuentras en blogs, en grupos de oración en iglesias, amistades, familia o grupos de apoyo en hospitales.
Por muy fuerte que te sientas, ser madre soltera es un tarea dura, por lo que necesitas tener el apoyo de terceras personas para que no se te venga el mundo encima. Habrán días en que no te sentirás la mejor madre puesto que la ausencia de la pareja te hará sentir mal en algunos momentos; y es en estos cuando debes buscar ayuda y apoyo en este tipo de grupos.

2. Pide ayuda
Para las madres solteras es difícil pedir ayuda por diversas circunstancias, o incluso admitir que necesitan ayuda. Debes validar tus sentimientos como el de cualquier otra mamá y reconocer que al igual a ellas tú tienes también momentos en los cuales necesitas descansar de las tareas del hogar y la crianza de tu hijo. Trata de ser específica en pedir ayuda, porque muchas personas a veces tratan de ayudar pero no saben qué es lo que necesitas concretamente. Evita tener pensamientos en lo que te sientes que eres una carga para otras personas, habla con las personas allegadas y expone tu caso, siempre guardando la responsabilidad de tus actos al momento de decidir darte un tiempo.

3. Revisa tus prioridades
Las madres solteras deben ser realistas sobre lo que pueden y no pueden hacer, y no caer en la trampa del rol de las súper mujeres que pueden hacer todo. No tienen que sentir que deben complacer en todo por ser padre y madre al mismo tiempo, por estar atravesando una separación o un divorcio. Busca alternativas de acuerdo a tus prioridades y se consciente que no puede hacerse todo bien hecho al mismo tiempo, por ello habrán momentos en que habrán cosas que requieran menos de tu tiempo que otras, ya sea las tareas del hogar y el trabajo en comparación al tiempo que le dediques a tu pequeño.

4. Deja atrás el sentimiento de culpabilidad
No importa la razón por la cuál eres madre soltera, las madres solteras por el simple hecho de serlo comienzan a tener sentimientos de culpabilidad al no tener suficiente dinero y tiempo de atención al bebé, sienten que trabajan demasiado o muy poco, piensan que deben traer un hermano al mundo para el pequeño, una figura paterna y piensan que son autoras de un hogar disfuncional.
Mejor concéntrate en lo bueno que tiene tu núcleo familiar y no en lo malo o lo que le falta por ser perfecto. Pregúntate por ejemplo si estás queriendo y cuidando lo suficiente a tu hijo, que esto es lo que realmente vale la pena; si tu hogar es cálido, acogedor y feliz para ambos. Estas cosas no materiales son más importantes que el resto.

5. Plantea nuevas metas de vida
Si compartes la custodia de tu hijo con tu ex-esposo o pareja, puede que resulte difícil construir una rutina diaria para tus hijos en familia, por lo que puede que te quede algo de tiempo libre cuando tu hijo esté con su padre compartiendo ambos de su tiempo. Plantéate retomar los estudios o leer buenos libros, perder peso y hacer ejercicio, comienza una nueva relación o cultiva tus buenas amistades, procura salir a despejarte, escucha música, escribe un diario, o reflexiona diariamente a solas, así como puedes buscar ayuda profesional si lo necesites.

6. Haz las paces con el pasado
Trata de hacer una vida familiar armoniosa, deja los sentimientos amargos del pasado, o deja por un lado los resentimientos hacia tu ex. Recuerda que tus hijos perciben todo lo que puedas sentir, ellos verán en tu rostro el reflejo de la amargura si en caso la sientes en tu corazón. Tus actitudes tienen un impacto sobre tus hijos, así que trata de ser positiva ante la vida. Tus hijos son una gran inspiración para seguir adelante, más no un recuerdo de lo que pudo haber sido tu pasado, por lo que te animamos a seguir adelante, tratar de hacer una historia nueva acerca de tu vida.
Referencia vía: American Baby Magazine

22 mayo, 2012

Mamá a la moda en 5 minutos

 

 

Salir de casa como una mujer arreglada y presentable puede llegar a ser todo un reto cuando se es mamá. Llevar prisa es ya un estado natural y hacer las cosas “a la carrera” es nuestra forma normal y habitual de realizarlas. Salir a la calle es una misión de alto riesgo, y más si se trata de salir estilosas y bonitas. En mi caso debo vestir al bebé, alistar la pañalera, empacar la comida para llevar, ponerme ropa “decente” y además maquillarme… bueno, definitivamente necesitamos mucho tiempo. Es un hecho: Una labor como el arreglo personal, que en “tiempo normal” debería tomar por lo menos media hora, en “tiempo mamá” es de 5 minutos o menos.
Como asesora de imagen puedo afirmar que crear un look fashion es cuestión de talento, no todo el mundo lo puede lograr y si se logra, lleva algo de tiempo. Normalmente aconsejo a mis clientes pensar en la noche el look del día siguiente, y esto les dará una idea más clara de qué ponerse en la mañana. Sin embargo para las mamás esto es imposible. En lo que sí insisto mucho es en que inviertan en prendas básicas y de calidad. Estas serán de gran utilidad y nos servirán por mucho tiempo. La clave es tener 10 piezas básicas y combinarlas entres si para lograr diferentes looks, todos muy fashion, sencillos pero llenos de estilo.
Seguramente muchas de nosotras tenemos estas piezas en nuestro guardarropa, sino, lo ideal es comprarlas, pues son increíblemente funcionales y necesarias.

 Con estas piezas básicas se pueden lograr infinidad de looks. Acá les dejo una muestra de lo que se puede lograr de lunes a viernes:





 Las combinaciones son infinitas y absolutamente todas las piezas son combinables entre sí. No duden en mezclar todo cuantas veces quieran y como quieran. Les dejo estas ideas y espero que les sirva también como inspiración de todo lo que pueden hacer con la ropa que ya tienen. Recuerden tener este post a la mano o imprimir estas imágenes y pegarlas detrás de la puerta del closet para tener presente siempre estos looks. ¡Hasta la próxima!

Elige tu ropa de acuerdo al tono de tu piel

 

 

¿Sabes cuál es tu tono de piel? Tranquila en Mundo de Mamá te queremos ayudar a que identifiques esto para que puedas elegir los colores de tu guardarropa que más te favorezcan. Te ha pasado que algunos días te dicen “qué linda estás hoy” mientras que otros te preguntan que si andas enferma, pues bien esta percepción puede responder a los colores que hayas elegido para ese día.
Tu tono de piel se puede relacionar con las estaciones del año, así que con la siguiente información puedes descubrir a qué estación perteneces:
  • Invierno: si tienes una tez con un trasfondo azul o rosa. La piel puede ser de color blanco pálido, amarillento, de oliva. Las personas de invierno son generalmente morenas, con ojos de color profundo. Muchos asiáticos y afro-americanos entran en esta categoría.
  • Verano: de igual forma, en esta categoría tu tez tiene un trasfondo azul o rosa. La piel es pálida y rosa. Las persona que se encuentran en esta estación suelen ser rubias naturales o morenas con ojos claros.
  • Otoño: en esta las personas tienen un trasfondo de oro. Muchas pelirrojas y morenas con ojos marrones de oro entran en esta categoría.
  • Primavera: aquí encuentras un trasfondo de oro y son generalmente de color blanco crema o melocotón. La gente de primavera suele tener pelo rojo pajizo o fresa, pecas, mejillas rosadas y ojos azules o verdes.
Ahora bien, ¿qué debo utilizar según mi estación?
Para las personas que se encuentran en Invierno es recomendable que utilicen los colores que son agudos, duros y claros, es decir, blanco, negro, azul marino, rosa, rojo fuerte, todos estos colores van bien con tu tez. Para colores más claros, usar tonos de hielo en lugar de pasteles. Evita tonos suaves como el beige-anaranjado, y el oro.

Asimismo, las que se identifican en Verano deben elegir tonos pasteles, neutros suaves de rosa, tonos azules, lavanda, ciruela, rosa, marrón suave y azul, manténte alejada del negro y del naranja. Por otra parte, quienes están en Otoño deben seleccionar los colores con matices dorados, beige, naranja, dorado y marrón oscuro; se recomienda evitar los colores con tonos azul, como el azul marino.
A las que están en Primavera pueden usar colores cálidos como el camello, el melocotón, amarillo dorado y el dorado, además evitar los colores oscuros y sin brillo.

Con estos consejos puedes elegir tu ropa, maquillaje y color de cabello, según lo que más te convenga. Es bueno prestar atención a estos detalles para lucir siempre bellas sin mucha complicación.

01 mayo, 2012

Aprendiendo a manejar el enojo hacia nuestros hijos

 

“El enojo nunca surge sin una razón, pero es raras veces una buena razón¨.

Benjamín Franklin (1706 – 1790)


Creo que la mayoría sabemos que generalmente no sale nada bueno y productivo del enojo, pero para citar a U2 “nos quedamos atrapados en el momento y no podemos salir de allí.” Te voy a enseñar una frase que va a impactar tu vida. Es simple. Es poderosa. Es una frase que será muy difícil poder decírtela a ti mismo en el calor del momento. ¿Estás listo/a?… Esta es la frase:

“Sí, ¿y…?”

Tu hijo te ignora constantemente cuando lo llamas a comer hasta que termina su juego de Wii o de Playstation. Esto hace que te enfurezcas. “Sí”, ser ignorado es irritante. Es una conducta que no quieres en tu casa. “¿Y?”: sigue dependiendo de ti la forma en que te vas a comportar para poder hacer crecer y fortalecer la relación con tu hijo y enseñarle a respetar el tiempo de las otras personas. Seamos honestos. Nuestros hijos hacen cosas que no nos agradan y que nos irritan constantemente. Ser un papá o mamá Scream Free no quiere decir que no tengamos estas emociones. Ser un papá o mamá Scream free significa que tienes la capacidad para reconocer que tú eres más que la suma de todas tus emociones. Tienes la capacidad de elegir principios y de actuar con integridad, en lugar de dejarte llevar por las emociones del momento y explotar agresivamente para luego sentirte culpable. Por eso, la próxima vez que te sientas enojado/a, reconócelo y recuerda la pequeña frase:

“Si, ¿y?”

Esto te permitirá responder y no reaccionar ante la situación.

26 abril, 2012

Las 5 frases erróneas que con frecuencia usamos las mamás

 

 Las palabras que elegimos las madres para educar, disciplinar o aleccionar a nuestros hijos, muchas veces pueden estar equivocadas o mal empleadas. Hay palabras y frases que con el tiempo nuestros hijos ya las ven gastadas y ya no conseguimos el mismo efecto de parte de ellos al momento de decirlas, sobre todo cuando son adolescentes.

Aquí te compartimos 5 expresiones que con frecuencia utilizamos erróneamente, y que con el tiempo no darán buen resultado. Así como también te compartiremos métodos más eficaces para lograr una reacción de parte de ellos.
1. “Porque yo lo digo, por eso!”
Los hijos muchas veces buscan se merecen razones válidas para entender por qué como padres no estamos de acuerdo con lo que ellos sugieren hacer. Te sugerimos darle una explicación que no genere más discusión. Al darle una razón válida, estarás ayudando a que tu hijo cultive la virtud de la responsabilidad.
Ej.: - “Es hora de irte a dormir”
- “Pero, ¿por qué no puedo quedarme más tiempo viendo la TV?
- “Porque mañana hay que madrugar para ir a estudiar y tienes que estar descansado para poder tener un buen día, esa es la razón”
2. “Espera a que tu padre llegue a casa”
Muchas madres sienten que ya no tienen autoridad sobre sus hijos, y recurren muchas veces a amenazarlos con que al llegar el padre a casa les llamará la atención de forma determinante, y que a él si le obedecerán. Tú necesitas recuperar tu autoridad de madre, ambos padres deben estar en sintonía en la forma en que van a educar al pequeño y no botar uno la autoridad del otro. Por ello te sugerimos que replantees las normas de conducta como el “tiempo fuera” u otras restricciones que sean consecuencia al mal comportamiento de tu hijo. Evita estar molestando al padre para validar tus decisiones como madre, hazlo con menos frecuencia porque mientras tú estás en casa, tu eres la que tiene la autoridad, de este modo verán tus hijos que tu recuperas el control.
Ej.: - “Esta noche no puedes salir con tus amigos”
- “Yo ya estoy suficientemente grande como para decidirlo sola”
- “No sales porque anoche regresaste más tarde de lo usual”
- “Pero si quiero salgo, tú no me tienes que llevar ni traer de vuelta”
- “Ya te he dicho la razón, y no quiero tener que molestar a tu padre para que él te diga que hoy no sales, la orden está dada y debes respetar las normas de la casa, sobre todo cuando hay una hora para volver que no fue respetada”
3. “No me hagan entrar allí!”
En lugar de que estés dando amenazas sin sentido y sin razón, cuando tus hijos gritan peleando dentro de su habitación, déjalos que resuelvan el problema ellos mismos para que no tomes partido alguno, ahora si la disputa se intensifica a insultos o golpes, sólo entra, separa a los niños y dales a cada uno su propio “tiempo fuera”.
Lo que tratamos de hacer con este caso es que ellos aprendan a manejar sus disputas por sí mismos. Una vez que se hayan calmado, diles que no permitirás una conducta similar, ni que sean abusivos o menosprecien a los demás.
4. “El dinero no crece en los árboles!”
Éste es un pésimo argumento al momento en que tus hijos te piden comprar cosas en la juguetería del supermercado. Lo más coherente es que antes de salir de casa y llegar a la tienda establezcas los límites de lo que se quiere y lo que no se va a comprar. Si eres constante, con el tiempo van a dejar de pedir por pedir cosas extras e innecesarias.
Si les das una mesada a tu hijos, es importante que les expliques cómo se han ganado ese dinero y cómo deben gastarlo. De este modo les ayudarás a ser responsables con lo que tienen.
5. “¿Cuántas veces te he dicho …?”
No importa cómo termina esta oración. La mayoría de los niños tienen la respuesta para esta frustrante frase. A pesar de que lo que busques es un comportamiento deseado y no una respuesta verbal, desafortunadamente los padres suelen confundirla. Trata de ser directo en lo que quieres lograr a cambio de tus hijos, y no lo insinúes.
Trata de hacer un mejor enfoque, di lo que quieres decir y piensa lo que dices antes de decirlo.
Ej. - ‘Deja de patear la silla de tu hermano” o “Pon tus juguetes en el cajón de los juguetes.” Intenta ponerle un “Por favor” a cada cosa que pides y verás que será mejor la reacción o respuesta que obtengas a cambio.

Mamás que no tienen firmeza para educar

Después de 20 años de matrimonio, Pablo está preocupado por la dificultad que tiene su señora para decir NO a la hora de educar a los hijos. Tienen cuatro adolescentes y él no sabe cómo sintonizar con ella.

Cuenta Pablo
“Mi mujer, a la que quiero muchísimo, es una persona llena de encanto y simpatía. Es artista, diseñadora y muy creativa. Sin embargo, tiene un “pero” que no es menor: es incapaz de decir que NO a nuestros hijos. Les concede todo y no les pone límites. Les insinúa que en sus salidas de noche vuelvan a una hora razonable, cosa que ninguno respeta. El otro día le prestó el auto al que tiene 16 y, como era de esperar, lo chocó. Ella siempre tiene excusas para ellos y ellos responden manipulándola para conseguir lo que quieren. Yo me pongo firme, pero siempre me entero después que lo que yo exijo no lo toman en cuenta. Lo curioso es que cuando hablo con ella de este tema me dice que me encuentra toda la razón y que ella es muy débil de carácter”.

Análisis
Nadie puede dudar de la simpatía de esta mujer, que es un don no tan mayoritario. Pero es evidente que un matrimonio necesita estar férreamente unido y de acuerdo en los criterios frente al tema de permisos y prohibiciones de los hijos, ya que de lo contrario puede tener -cara a los hijos- dos consecuencias: la primera, que se desorienten, ya que uno dice que sí y el otro que no. Ambos deben actuar como brújula, muy unidos en lo que consideran importante. La segunda, es que lo más probable sea que los hijos “obedezcan” y sigan lo que les conviene y lo fácil, pero puede ser lo que más los perjudica. Tal vez podrían hacer todos, padres e hijos mayores, un consejo de familia en que se toque el tema. El papá -que es el más afectado- debe dar a entender que decir que NO es un acto de cariño profundo, y que a los hijos se les cuida porque son lo más valioso que se tiene.

A ella
Debes pensar que a tu marido no le haces un “fair play”, un juego limpio, cuando contradices sus indicaciones y adoptas el papel demagógico de quedar bien… pero a costa del perjuicio que le produces a los que más quieres. Tienes buena voluntad, porque le encuentras toda la razón, pero voluntad demasiado frágil para ser consecuente. Si es superior a ti misma, deja que sólo él tome las decisiones sobre permisos, es decir, que se las consulten y respondan sólo a él. El agradecimiento o la sonrisa de un hijo frente a un sí fácil dura muy poco, pero los hijos, más en este tiempo, necesitan límites claros. El mejor favor que les puedes hacer es intentar ejercer la autoridad, ya que la autoridad que todo lo concede es una caricatura. Además, para decir que sí a todo no hace falta ni el más mínimo esfuerzo. La educación, entonces, se transforma en un juego peligroso.

A él
Todos necesitamos esforzarnos en crecer siempre en paciencia y buen humor. Lo más positivo de tu situación es que a ella la quieres de verdad e incluso la admiras, hasta el punto que te desconcierta que te encuentre toda la razón. Pero como padre, debes llevar el timón del barco que, tal como están las cosas, puede estar navegando hacia un puerto muy inseguro, o incluso, puedes tener pequeños o no tan pequeños naufragios. Tal vez lo más sensato, dado la buena voluntad de tu mujer, es que logres que ella te deje a ti toda la autoridad y seas el juzgado de policía local y la corte suprema en temas de permisos y prohibiciones. También puedes hacer tuyos a tus hijos mayores, ya que están en capacidad de razonar y de darse cuenta de que efectivamente hay permisos que los dañan. Como saben, sin lugar a dudas, que los quieres tanto, el amor produce encuentros y unidad de criterios. ¡Ánimo! Siempre es posible. El cariño profundo puede imposibles.

 

25 abril, 2012

Mamás que juzgan a otras mamás

 

Sucede que en estos tiempos, donde la sociedad ha sido tan estricta para ciertos paradigmas y tan crítica para las decisiones de otros, nos vemos sometidas a un nivel de estrés y presión social por hacer todo perfecto antes de que alguien más, incluso otra mamá, nos apunte con el dedo y critique la forma en que decidimos cómo desempeñar nuestro rol de mamás.
Es un tanto complicado hacer nuestra labor lo mejor posible, ¿a ojos de quién? es la pregunta, ¿nuestros o de alguien más?; sobre todo cuando al convertirnos en mamás no lo hacemos adquiriendo un título universitario, y ningún niño nace con manual bajo el brazo como para saber qué debemos y qué no debemos permitir. Quisiera decir que no me importa, pero como mamá que soy, muchas veces actuamos por complacencia social más que por instinto maternal, y aceptémoslo, todas las mamás en algún momento hemos criticado la dinámica de otra mamá.
Cito a continuación las situaciones o escenarios más comunes a las que las mamás nos vemos sometidas o vulnerables a una crítica, aquellas escenas que son más allá de un comportamiento social; una decisión personal y de dinámica familiar:
1. La hora en que los niños son llevados a dormir
2. La impuntualidad, justo en ese tan importante evento
3. El ingobernable comportamiento inquieto de algún hijo
4. El desorden en casa
5. El hijo toddler que aún usa pepe
6. Los desastres causados en la mesa del restaurante
7. La exposición y las jornadas de TV en casa
8. El ser mamá que trabaja dentro o fuera de casa
9. Los hábitos alimenticios de la familia o del pequeño
10. Que el niño aún tome biberón
Seguramente te has identificado con alguna de las anteriores, ya sea porque has sido criticada o la crítica en relación al tema; recuerda que el ser mamá es una labor que se perfecciona día con día, y que nunca llega a su plenitud, porque sus aprendizajes se van adquiriendo de acuerdo al crecimiento emocional y físico de los hijos y cada uno de ellos según su carácter, temperamento y personalidad.