Mostrando entradas con la etiqueta FAMILIA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta FAMILIA. Mostrar todas las entradas

28 mayo, 2012

¿Cómo evitar las separaciones precoces en las parejas?

 

 

Ser felices en el matrimonio no es un derecho ni algo que ocurre por arte de magia. Aquí algunas ideas que hay que tener en claro para que se vuelva realidad el “Y fueron felices para siempre”.
“El matrimonio es un encuentro de dos almas, un abrazo de dos historias, de dos presentes… No puede haber algo más lindo y grande que eso”, dice Mercedes Larraín, consejera matrimonial de la fundación Familia Unida. Sin embargo, hoy no se habla de ese lado del matrimonio, sino de lo negativo: la pérdida de libertad, la carga económica que son los hijos, lo difícil de conciliar el trabajo con la familia, etc. “Los recién casados deben estar conscientes de estos mensajes y hacerles frente. Deben luchar por descubrir lo luminoso del matrimonio, la riqueza infinita que significa unirse a otro para compartir la vida”, dice Mercedes.
Esta búsqueda de lo bello del matrimonio no puede acabarse una vez casados. Hombre y mujer deben ser conscientes de que el matrimonio no es la meta final del pololeo, sino un paso más en el proceso de crecimiento en conjunto, conocimiento y aceptación del otro.
Cortar el cordón umbilical
El matrimonio en cada época ha tenido sus “enemigos”. Hoy en día, también, y conocerlos es el primer paso para vencer. Uno, es la inmadurez con que se presentan muchos esposos al altar. Son personas que llegaron a la edad adulta sin haber conquistado el principal desafío de la adolescencia, que es independizarse afectiva y económicamente de los padres. Entonces, llegado el fin de semana, él o ella quiere estar todo el día en la casa de los papás o no puede tomar decisiones con las cuales sus padres no estén de acuerdo.
Al respecto, la consejera de Familia Unida da algunos consejos: recordar que en el matrimonio sólo bastan dos miradas, la del marido y de la mujer; hablar con esos padres y decirles de manera cariñosa, pero directa, que les permitan ser una pareja independiente; y no ser cómodos: muchas veces este seguir pegados a los papás se debe a un miedo a estar solos como matrimonio.

Que lo mío no atente contra lo nuestro
Otro “enemigo” es la visión equivocada de conceptos como la vida propia y el desarrollarse como persona. Es importante que cada uno tenga un proyecto personal, actividades independientes del otro que lo motiven. Pero esto jamás puede ir en contra del proyecto común o de la felicidad del otro cónyuge.
Entonces, el trabajo, los deportes, las juntas con los amigos…: hay que conversar cuánto y en qué momentos, llegar a acuerdos para que la vida propia de cada uno enriquezca el matrimonio y no lo ponga en riesgo. Estas conversaciones deben ser muy sinceras y confiando en que el otro va a saber entender.

En Familia Unida les tocan muchos casos donde la mujer o el marido se comportan de una manera determinada no por mala voluntad, sino porque nunca nadie les había dicho que las cosas podían ser de otro modo o que con esa actitud podían hacer sufrir a la persona que aman.
Con apertura deben también ir moldeando un proyecto común, que ojalá haya comenzado a delinearse en la época del noviazgo. ¿Qué se espera del matrimonio? ¿Qué tipo de padres se quiere llegar a ser? ¿Qué ambiente se buscará que exista dentro del hogar? ¿Qué espera cada uno del otro? Son respuestas que hay que conversar y que irán tejiendo un mundo de los dos. Esto es algo que debe hacerse de manera consciente, pues si no se corre el riesgo de seguir siendo dos solteros, pero bajo un mismo techo, que se encuentran como amantes, pero no como compañeros de vida. Marido y mujer deben verse a sí mismos como un equipo en el que los dos son titulares. Ninguno es suplente.

¡Paciencia!
Un tercer aspecto propio de los tiempos actuales que hay que saber controlar es el racionalismo y el culto a la instantaneidad. “Hoy vemos todo como causa y efecto. De esa manera tratamos de explicar lo que pasa y de controlar lo que viene. Pero en el matrimonio no todo es lineal y, pretender que lo sea, es negarse a lo natural, a lo espontáneo”, dice Mercedes Larraín.
El primer gran ejemplo de esto es que no por casarse se va a ser obligatoriamente feliz. Al llegar al altar no se conquista un pretendido derecho a la felicidad, sino el compromiso de hacer feliz al otro. Y si se logra ser feliz, lo más probable es que sea a través de un matrimonio muy distinto al planeado en la mente de cada uno de los esposos. Entonces, en vez de preocuparse de qué hacer para que todo salga bien, cada matrimonio debe enfocarse a encontrar su propia forma de amarse y de estar en este mundo. No hay felicidad posible si se piensa en el bien propio. El egoísmo y el amor son incompatibles. La vivencia de ese proceso es el que día a día les dará felicidad y la calma para esperar los resultados.

Saber que se puede
“Tienes que estar seguro de que tu matrimonio puede ser una aventura apasionante. Tienes que estar seguro de que tú y él, tú y ella, ¡así como sois!, podéis vivirla (…) ¿Qué va a poder contigo el ambiente si te decides a dar tu propio estilo allí donde te encuentras?”, dice el orientador Antonio Vázquez al comienzo de su libro “Matrimonio para un tiempo nuevo”.
Mercedes Larraín piensa en la misma línea: para ella, quien quiera tener un matrimonio feliz, lo tendrá. Y asegura que, a pesar del culto a lo desechable que ronda en la sociedad, el ser humano sigue siendo el mismo y, como siempre, tiende a la belleza, la bondad y la verdad. Más aún: el verdadero amor quiere ser eterno. “El mundo está lleno de cosas feas y uno se acostumbra a eso. Pero cuando vemos una flor, nos emocionamos y sabemos distinguir su belleza. Lo mismo pasa con el matrimonio. Encontrar a un compañero de vida y estar con él para siempre es una ilusión que el hombre lleva impresa en su corazón”, asegura Mercedes.

Foccus: los temas que hay que conversar antes de
¿Cómo hacer feliz a alguien que no se conoce? La respuesta es obvia: IMPOSIBLE. Para ayudar a los matrimonios en esta tarea hace unos años se creó en Estados Unidos el cuestionario FOCCUS, Facilitating Open Couple Communication, Understanding and Study. Son 156 preguntas que cada novio responde por separado. Los resultados se analizan con la ayuda de una persona capacitada que los ayudará a distinguir posibles conflictos y soluciones.
FOCCUS en ningún caso es un predictor del éxito o fracaso del matrimonio. Sólo propicia una instancia donde se conversen temas que debieran haberse tratado de forma natural. Por ejemplo: Metas de la vida matrimonial Intereses y amistades Cómo resolver problemas Religión y valores Administración de finanzas.

Manos a la obra

Sabiendo que se puede tener un matrimonio feliz, algunos consejos:

  • ¿Mi cónyuge es feliz? Hacerse esta pregunta permite recordar que el foco está en el otro y ayuda a reconocer a tiempo los aspectos en que puede mejorar la relación.
  • No angustiarse ni paralizarse cuando hay problemas, sino buscar las herramientas que todo matrimonio posee para resolverlos.
  • Es clave “hacerse querible”, es decir, facilitar al otro para que te pueda querer más y mejor.
  • Vivir el matrimonio de forma asertiva y no a la defensiva. Las mujeres, sobre todo, tienden a desconfiar o a dar segundas lecturas melodramáticas. Es necesario ser sincero sin atacar al otro y sin miedo.
  • A mayor confianza en el matrimonio, mayor debe ser el respeto y la valoración de la entrega del otro. Para eso hay que renovar cada día la elección del otro como la persona más importante del mundo.
  • No sentirse culpable por no gustar de TODAS las características del otro.
  • Usar la inteligencia no sólo en el trabajo, sino también en la casa. Con ella se distingue lo malo de lo bueno, la manera correcta de actuar.
  • Cada uno debe intentar sacar lo mejor del otro, pero respetando su esencia y su derecho a ser él mismo.
Vía: Hacer Familia

 

25 mayo, 2012



No, no, no, no, no!


Ya no sé quien dice más “NO” en la casa, si mi bebé o yo. Él lo hace porque a su edad está descubriendo que es capaz de expresar sus deseos y busca imponer su voluntad. Yo lo hago porque no quiero que saque la tierra de las macetas, se suba en un mueble, o se resbale por correr sin zapatos, etc.
Es un estire y encoje todo el día. A veces me parece que son demasiadas las veces que le niego la posibilidad de hacer cosas. Está en una etapa de aprendizaje y descubrimiento que no quiero detener pero también en un momento en el que necesita que le den pautas y que sepa quién tiene el control.
Hace unos meses todo parecía más sencillo en ese sentido, pero ahora se nota su frustración al no poder poner en práctica lo que planea.
Para peores, está la típica reunión con tus amigas donde les has hablado de lo maravilloso y bien portado que es tu bebé, y de repente… el berrinche del siglo. No sabes a dónde meterte. Aunque lo hace esperanzado de conseguir lo que desea y no necesariamente para molestarme.
Ya he notado que si su frustración llega a afectarme, no solo puede que la rabieta dure más tiempo sino que, al final, él consiga lo que desea dándole un mensaje equivocado. En cambio, cuando se da cuenta que por más escándalo permanezco tranquila, el asunto se acaba rápido.
Una constante que tenemos es el tema de recoger lo que lanza al piso. Hay de dos tipos: las cosas que se lanzan para jugar y pasar el rato y las que por un berrinche tira enojado. Esas últimas sí le pido que las recoja de inmediato y me planto decidida hasta que lo hace. Al principio su reacción es un “no” “no” “no”, luego quiere irse del lugar, e incluso llora porque no quiere hacer lo que le pido. Las primeras veces pensé que tal vez era demasiado lo que estaba esperando de él o incluso que no me entendía mi solicitud, pero luego me di cuenta que sabe perfectamente de qué le hablo y por qué se lo estoy pidiendo. Después de muchas veces, ya las cóleras por recoger las cosas casi han desaparecido y en cuanto se lo pido se agacha y  me las da.
Hace un tiempo escuché a un sacerdote hacer una declamación que me pareció muy acertada. Re-fraseando él decía algo como: “ya dejen de preocuparse por qué mundo le van a dejar a sus niños y comiencen a preocuparse por qué niños le van a dejar a este mundo”.
Sinceramente creo que mi bebé está creciendo, absorbiendo y aprendiendo lo que yo decida, y si las reglas no están claras desde ahora, me da más miedo pensar que luego sea demasiado tarde.
Así que mi “no” “no” “no”, puede que no sea lo peor del mundo y su “no” “no” “no” seguro tendré que oírlo por mucho más tiempo. Lo más sano será hacernos ambos de la idea. 

24 mayo, 2012


La depresión también afecta a los niños


 La depresión que antes sólo se diagnosticaba en personas adultas, está cada día haciendo sufrir también a los niños. Ya no son sólo los adultos los que se deprimen. La depresión infantil, puede surgir a causa de “cambios importantes y estrés”, como resultado de la pérdida de los padres, un divorcio, o problemas familiares, etc.

Aproximadamente el 5% de los niños de la población en general padecen de depresión en algún momento. Los niños que viven con mucha tensión, que han experimentado una pérdida o que tienen desórdenes de la atención o de la conducta, o discapacidades en el aprendizaje, o aún problemas de salud mental, corren mayor riesgo de sufrir depresión.

¿Mi hijo tiene depresión?
Seguro que en algún momento de la infancia de su hijo, alguna madre se ha preguntado eso. Lo primero que hay que decir es que cada niño es único en su forma de ser. Hay que conocer muy bien al niño y saber lo que es realmente normal en su comportamiento.
No hay que apresurarse a sacar conclusiones o diagnósticos, sin embargo los padres y profesores deben estar atentos cuando alguno de sus niños presente las siguientes características:

- Está continuamente triste, llorando con más facilidad
- Pierde el interés por los juegos preferidos y por la escuela
- Se aleja de sus amigos y de la familia
- Presenta una comunicación pobre
- Se aburre y se cansa con facilidad
- Presenta menos energía o concentración
- Se queda irritable o demasiado sensible frente a pequeñas frustraciones, montando rabietas o berrinches con más facilidad
- Se le nota extremamente sensible hacia el rechazo y el fracaso
- Expresa baja autoestima, depreciándose a ellos mismos
- Elige “finales tristes” para sus cuentos y representaciones
- Se comporta de una manera agresiva
- Se queja constantemente de dolores tales como de cabeza o de estómago
- Duerme demasiado o muy poco
- Come demasiado o muy poco
- Sufre una regresión, hablando como un bebé u orinándose en la cama
- Habla de suicidio
- Habla de escaparse de la casa

La depresión también afecta a los bebés 

Con niños de hasta tres años, las señales para iniciar a sacar conclusiones empiezan cuando estos niños parecen tristes o decaídos aún cuando se les está consolando. Pueden, incluso, que se peguen desesperadamente a quien se ocupa de ellos o que dejen de comunicarse.

La depresión en esos niños está casi siempre ligada al cambio o pérdida de la persona responsable de su cuidado, o cuando quien les cuida no es capaz de responder a sus necesidades.
La depresión en los bebé se ve reflejada en su estado anímico; lo que no quiere decir que el bebé llora porque está triste, sino que da la impresión de que está apático y sin ninguna iniciativa.
En cuanto a las señales que manifiesta un bebé, está el hecho que no rechace los brazos de un desconocido, esto significa que algo pasa ya que lo normal es que el bebé tenga angustia por la separación de su madre y se ponga a llorar. Otra señal se muestra cuando el niño no siente deseos de llamar la atención, ya que a esta edad lo normal es que el bebé quiera atraer la atención de las personas que lo rodean.
Las consecuencias que puede traer la presencia de un cuadro depresivo en un bebé son varias. Puede producir cierto retraso en el desarrollo como el inicio de la marcha más tarde de lo normal, el inicio del habla, tener problemas de sueño, somatizaciones frecuentes, enfermedades de tipo infecto-contagioso debido a una disminución de las defensas biológicas que permanecen más allá de todo cuidado, alteraciones en la alimentación que mantienen al bebé en un estado de decaimiento.
Si has notado que el comportamiento de tu pequeño se identifica con algunas de estas características, es aconsejable que le prestes atención, y si crees que definitivamente encaja en ellas, lo ideal es que visites a un especialista infantil.

23 mayo, 2012

10 cosas que diariamente ponen en riesgo la seguridad de nuestros niños

 

 

Como padres siempre estamos pendientes de que nuestros hijos no sufran ningún daño, pero hay muchas cosas en casa que ponen en riesgo la seguridad de nuestros niños y probablemente los padres no nos hemos dado cuenta. Revisa la lista a continuación que padres han aportado poco a poco y chequea cómo en casa nos enfrentamos a estos peligros constantes.

1. Gabinetes de cocina

Peligro: cuando nuestros bebés comienzan a gatear y caminar descubren un mundo completamente nuevo, tienen a su acceso y a su alcance muchas cosas que antes no lograban imaginar, los gabinetes y gavetas de cocina, así como la lavadora de platos y la gaveta inferior de algunas estufas, son una amenaza constante, no porque te quiebren algunos utensilios de loza, sino más bien porque objetos afilados como cuchillos y punzantes como tenedores pueden quedar al alcance de sus manos, así como las pesadas ollas y sartenes.

Solución: cuando veas que tu bebé ya puede abrir gavetas y puertas de los gabinetes de cocina, procura ponerles seguro infantil, estos los venden en las tiendas de accesorios para bebés. También procura tener los objetos punzocortantes en la áreas más altas de las gavetas de cocina.

2. Globos de látex

Peligro: se ha registrado que desde 1973, más de 110 niños en Estados Unidos se han asfixiado al masticar o al inflar globos de látex. “Los globos de látex son una de las peores cosas con que ahogarse, ya que pueden adherirse a la garganta de un niño y bloquear por completo la respiración”, explica Mariann Manno, MD, profesor asociado de pediatría clínica y medicina de urgencia en la Universidad de Massachusetts, en Worcester .

Solución: en caso que vayas a usar o a exponer a tu niño a jugar con globos de látex, supervísalo constantemente, no le permitas que mastique o muerda el globo. Si vas a darle un globo porque está en una fiesta o en una feria, asegúrate de darle uno de látex a partir de los 8 años en adelante, y hazle saber  el peligro. Y si es menor, procura darle un globo Mylar o “metálico”, que son más seguros. Si en caso han reventado globos cerca de tu hijo, procura inmediatamente tirar las partes que quedan a la basura.

3. La estufa y el horno

Peligro: cuando tu niño esté en la cocina no lo pierdas de vista ni un segundo, puede trepar la puerta del horno y tratar de alcanzar lo que hay sobre él. Los niños han sido gravemente heridos cuando vuelca una estufa y son rociados con una olla de agua hirviendo, sufriendo así quemaduras de tercer grado.

Solución: asegúrate que la estufa esté correctamente instalada para que no tenga riesgo de volcarse, de hecho, los fabricantes están obligados a proporcionar estos soportes anti vuelco después de 1991. Mantén la puerta del horno cerrada cuando no utilices el horno, y nunca permitas que tu hijo se apoye ni se suba en ella.

4. Ropa de cama

Peligro: ten cuidado cuando elijas la ropa de cama de tu bebé, muchas veces  pueden verse lindos pero los edredones suaves y esponjosos, y los protectores para la cuna muy acolchonados y gruesos pueden hacer una cuna acogedora, pero puede enrollarse alrededor de la cara de tu bebé con el riesgo de sofocarlo.

Solución: evita colocar en la cuna muchas almohadas, cojines, edredones y cobertores gruesos, así como juguetes blandos hasta que tenga por lo menos un año de edad. Manténlo caliente con una frazada ligera.

5. Accesorios y centros de entretenimiento para bebés

Peligro: los juguetes y equipos de entretención para bebé (gimnasio, columpio, silla de comer, pack and play; van deteriorándose al punto de perder piezas, algunos de estos productos no cumplen con las normas de seguridad actuales, por lo que muchos niños se caen o se sueltan  terminando lastimados.

Solución: inspecciona en los manuales el peso sugerido por los mismos, el tiempo de vida, y si es de segunda mano qué tanto ha sido usado como para resistir mucho tiempo más. Verifica cadenas, correas, cuerdas y si son más cortas de 7 pulgadas. Visita cpsc.gov para confirmar el elemento cumple con los estándares de seguridad actuales. No dejes que los niños jueguen con el metal de décadas de antigüedad o los juguetes pintados en los equipos de entretención, que pueden contener plomo venenoso.

6. Asientos y bañeras para el baño de tu bebé

Peligro: las bañeras y asientos son una constante amenaza si estos no son correctamente colocados, ya que pueden ocasionar que nuestros bebés se ahoguen. Nunca dejes en la tina solo a tu bebé por ningún motivo ya que puede volcarse hacia la tina, deslizarse y quedar atrapado bajo el agua.  En Estados Unidos entre 1983 y 2003, 106 bebés se ahogaron porque estaban abandonados en su bañera dentro de la tina.

Solución: manténte siempre al alcance de la mano de tu bebé en la bañera, fija correctamente la bañera a la tina o ducha donde lo estés bañando.

7. Productos de limpieza e higiene personal

Peligro: los productos de limpieza e higiene personal son una constante amenaza para los niños, pueden parecer atractivos por los llamativos envases pero pueden ser tóxicos y hasta mortales en caso de ingestión. Algunos productos para bebé contienen hidrocarburos líquidos, que pueden causar una enfermedad grave similar a la neumonía, daño pulmonar irreversible, e incluso la muerte si el niño aspira el contenido en sus pulmones. El detergente de cocina y ropa puede irritar la piel del niño y los ojos y puede quemar el revestimiento de la boca y el esófago por ingestión. “Es muy corrosivo y peligroso”, advierte a los padres el asesor Ari Brown, MD, autor del Bebé 411: respuestas claras y consejos inteligentes para su bebé el primer año.

Solución: La CPSC requiere un embalaje a prueba de niños para los productos que contienen hidrocarburos. Lee las etiquetas y almacena todos los productos fuera del alcance de tu hijo, incluso si están en envases a prueba de niños.

8. El perro de la familia

Peligro: cerca de 100.000 niños menores de 10 años de edad son tratados en salas de emergencia cada año por lesiones relacionadas a mordeduras de perros, según la CDCP. La mayoría de los ataques ocurren por el perro de la familia o de algún vecino. También el alimento para mascotas y sus juguetes pueden ser riesgo de asfixia.

Solución: nunca dejes a los niños solos con un perro. Tener perros esterilizados o castrados pueden reducir las tendencias agresivas. Enséñale a los niños a ser amables con los perros, y que nunca molesten a un perro que está comiendo, durmiendo o cuidando de sus cachorros. Quita todos los alimentos de perro que se encuentran al alcance de los niños cuando tu mascota termine de comer, no porque sea tóxico sino porque puede asfixiarse con un pedazo del mismo.

9. Ventanas eléctricas en los autos y toma corrientes eléctrico

Peligro: las ventanas de los autos son la causa de que cientos de niños pierdan sus dedos o extremidades al ser mascados con esto. Si los niños ponen su cabeza o la mano por la ventana, y por accidente se apoyan en el botón de cerrado, la ventana puede ser cerrada en ellos. En el caso de los toma corrientes, es muy común que los niños intenten introducir sus dedos u objetos en el mismo provocando una fuerte descarga eléctrica e incluso quemaduras graves.
Solución: usa la función de “bloqueo de ventanas” para que los niños no pueden operar las ventanas eléctricas. Y en el caso de los toma corrientes busca en las tiendas de accesorios para niños unas espigas plásticas que tapan la entrada al toma corriente, de modo que no se sentirá atraído por hacerlo.

10. Carteras, bolsas y monederos

Peligro: cualquier bolsa de cosméticos, una mochila o maleta que alguien pone en tu casa puede contener elementos que podrían envenenar, estrangular o lesionar a los niños, como los medicamentos, el dinero, caramelos, lapiceros, ganchos o imperdibles, tijeras de uñas, etc. “Sólo le toma un segundo a un niño pequeño para entrar en algo que es nuevo mientras los adultos están ocupados hablando”, dice Bridget Clementi, gerente de prevención de lesiones en el Hospital de Niños de Wisconsin, en Milwaukee.

Solución: cuando los amigos y visitas lleguen a casa, pídeles que coloquen sus carteras y equipaje en un armario o habitación donde el niños no puedan acceder a ellos.


Fuente: Parents. Copyright © 2009 Meredith Corporation.

 






Las 6 estrategias de las madres solteras

 

 

Es normal que las madres solteras se sientan agobiadas, abrumadas, estresadas y preocupadas por criar a uno hijo solas, pues la realidad a la que muchas se enfrentan es a pagar cuentas, educación, trabajar, buscar un hogar y alimentar a un hijo solas.
El ser madre soltera es un trabajo difícil, exigente, agotador, pero a la vez gratificante cuando se ve hacia atrás y visualizas el camino recorrido que has logrado cruzar de la mano de tu pequeño.

1. Forma o busca un grupo de apoyo
Busca algún tipo de comunidad que te sirva de apoyo o respaldo, hemos sugerido aquellas que encuentras en blogs, en grupos de oración en iglesias, amistades, familia o grupos de apoyo en hospitales.
Por muy fuerte que te sientas, ser madre soltera es un tarea dura, por lo que necesitas tener el apoyo de terceras personas para que no se te venga el mundo encima. Habrán días en que no te sentirás la mejor madre puesto que la ausencia de la pareja te hará sentir mal en algunos momentos; y es en estos cuando debes buscar ayuda y apoyo en este tipo de grupos.

2. Pide ayuda
Para las madres solteras es difícil pedir ayuda por diversas circunstancias, o incluso admitir que necesitan ayuda. Debes validar tus sentimientos como el de cualquier otra mamá y reconocer que al igual a ellas tú tienes también momentos en los cuales necesitas descansar de las tareas del hogar y la crianza de tu hijo. Trata de ser específica en pedir ayuda, porque muchas personas a veces tratan de ayudar pero no saben qué es lo que necesitas concretamente. Evita tener pensamientos en lo que te sientes que eres una carga para otras personas, habla con las personas allegadas y expone tu caso, siempre guardando la responsabilidad de tus actos al momento de decidir darte un tiempo.

3. Revisa tus prioridades
Las madres solteras deben ser realistas sobre lo que pueden y no pueden hacer, y no caer en la trampa del rol de las súper mujeres que pueden hacer todo. No tienen que sentir que deben complacer en todo por ser padre y madre al mismo tiempo, por estar atravesando una separación o un divorcio. Busca alternativas de acuerdo a tus prioridades y se consciente que no puede hacerse todo bien hecho al mismo tiempo, por ello habrán momentos en que habrán cosas que requieran menos de tu tiempo que otras, ya sea las tareas del hogar y el trabajo en comparación al tiempo que le dediques a tu pequeño.

4. Deja atrás el sentimiento de culpabilidad
No importa la razón por la cuál eres madre soltera, las madres solteras por el simple hecho de serlo comienzan a tener sentimientos de culpabilidad al no tener suficiente dinero y tiempo de atención al bebé, sienten que trabajan demasiado o muy poco, piensan que deben traer un hermano al mundo para el pequeño, una figura paterna y piensan que son autoras de un hogar disfuncional.
Mejor concéntrate en lo bueno que tiene tu núcleo familiar y no en lo malo o lo que le falta por ser perfecto. Pregúntate por ejemplo si estás queriendo y cuidando lo suficiente a tu hijo, que esto es lo que realmente vale la pena; si tu hogar es cálido, acogedor y feliz para ambos. Estas cosas no materiales son más importantes que el resto.

5. Plantea nuevas metas de vida
Si compartes la custodia de tu hijo con tu ex-esposo o pareja, puede que resulte difícil construir una rutina diaria para tus hijos en familia, por lo que puede que te quede algo de tiempo libre cuando tu hijo esté con su padre compartiendo ambos de su tiempo. Plantéate retomar los estudios o leer buenos libros, perder peso y hacer ejercicio, comienza una nueva relación o cultiva tus buenas amistades, procura salir a despejarte, escucha música, escribe un diario, o reflexiona diariamente a solas, así como puedes buscar ayuda profesional si lo necesites.

6. Haz las paces con el pasado
Trata de hacer una vida familiar armoniosa, deja los sentimientos amargos del pasado, o deja por un lado los resentimientos hacia tu ex. Recuerda que tus hijos perciben todo lo que puedas sentir, ellos verán en tu rostro el reflejo de la amargura si en caso la sientes en tu corazón. Tus actitudes tienen un impacto sobre tus hijos, así que trata de ser positiva ante la vida. Tus hijos son una gran inspiración para seguir adelante, más no un recuerdo de lo que pudo haber sido tu pasado, por lo que te animamos a seguir adelante, tratar de hacer una historia nueva acerca de tu vida.
Referencia vía: American Baby Magazine

07 mayo, 2012


Recuperando la institución del matrimonio

 

 

“Matrimonio” pareciera ser una palabra sencilla y común en nuestro vocablo, sin embargo, no tan fácil de llevarla a la práctica, y es que recordando su definición podemos estar conscientes de su trascendencia y lo que conlleva el compromiso de construir dicha institución entre dos personas.
“El matrimonio es una institución social que crea un vínculo conyugal entre sus miembros. Este lazo es reconocido socialmente, ya sea por medio de disposiciones jurídicas o por la vía de los usos y costumbres. El matrimonio establece entre los cónyuges —y en muchos casos también entre las familias de origen de éstos— una serie de obligaciones y derechos que también son fijados por el derecho, que varían, dependiendo de cada sociedad. De igual manera, la unión matrimonial permite legitimar la filiación de los hijos procreados o adoptados de sus miembros, según las reglas del sistema de parentesco vigente.”

Esta institución está cada vez más cerca de convertirse en esas instituciones de “azúcar” o “papel”, tan frágil que al primer contacto con el “agua”, metafóricamente hablando, puede llegar a disolverse, tomarse más a la ligera y con menos seriedad o incluso compromiso mutuo o de alguna de sus partes involucradas; pero no le pongamos la culpa del todo a la institución matrimonial como tal, sino también al “agua” o bien las acciones que dentro del matrimonio están acompañadas de una cultura hedonista basada en la búsqueda del placer y la supresión de cualquier tipo de mínimo defecto como objetivo o razón de ser o fin último en la vida.

Hoy en día veo a mi alrededor que cada vez son más los matrimonios que están destruidos o en proceso de destrucción, y en algunos casos en consecuencia cada vez son más hijos los que sufren esta irreparable ruptura del vínculo familiar, ruptura causada por factores tanto internos entre la pareja, tales como diferencias e inadaptación entre los cónyuges, faltas de respeto y desvalidación mutua, violencia intrafamiliar, falta de compromiso, indiferencia o falta de interés en la formalidad de la institución como tal… entre otras cosas; o bien la ruptura causada por factores externos a la pareja, tales como infidelidad, adicciones o vicios a diferentes circunstancias como el trabajo obsesivo, hobbies desmedidos o sustancias y estupefacientes como drogas, alcohol… entre otras cosas que vienen a destruir lo que hasta ese momento se había construido.

Vale la pena hoy detenerse, hacer consciencia y recuperar la importancia del valor de la institución del matrimonio en nuestros hijos, para el caso de las que estamos casadas y queremos que formen una institución sólida; o bien en nosotras mismas, para el caso de las mamás solteras que buscan completar y formar una familia integrada, unida y sólida finalmente. Como mamás y mujeres que somos, es necesario que sepamos y definamos nuestros valores como seres humanos, así como también sepamos qué buscamos en una pareja y lo que esperamos de su parte antes de decidir entrar al compromiso de formar un matrimonio con esa persona. También es importante apartarnos de toda relación codependiente y manipuladora que tergiversa el verdadero concepto o sentido del amor mutuo de pareja.
Noto una falta de autoestima en las mujeres, pareciera ser que por temores o clichés sociales, prefieren darle el sí a cualquier candidato que apenas y reúne el perfil de esposo y padre, con tal de no quedarse solas o “para vestir santos”, una concepción equivocada que las hace someterse a cualquier tipo de relación enfermiza o poco comprometida.

Nadie dijo que el matrimonio era fácil, ni que de amor vive el hombre, aunque se escuche en algunos argumentos, pero sí es cierto que entre mejor elijamos a nuestra pareja, de acuerdo a nuestros principios, autoestima, valor propio, y objetivos en común, más oportunidad hay para que ese matrimonio sea todo un éxito y en consecuencia los miembros en la familia estarán estables emocional y mentalmente; aunque suene frío y haciendo una comparación superficial, es como el éxito al formar una empresa esperando a que dé resultados productivos para sus socios, lo que bien empieza dará resultados positivos en el proceso.
Mamás, motiven a sus hijas a buscar una pareja que las valore, las respete, las valide, las complemente, las motive y las incluya en sus planes de vida; y hagan consciencia en ellas que un hombre que las maltrate ya sea verbal o físicamente, las castre emocionalmente, las anule, o manipule, no traerá en consecuencia o les permitirá fundar una institución matrimonial sólida como lo es el verdadero matrimonio.
Para reconocer qué son esos momentos difíciles a los que un matrimonio se verá expuesto, el compromiso que deben adquirir las dos partes, el nivel de aceptación y tolerancia del uno para el otro, y cómo se construye un matrimonio, quiero compartir este video que lo explica de la manera más sencilla y clara posible, disfrútenlo y recuperemos el valor verdadero del matrimonio para tener familias integradas y por ende una sociedad civil con bases más sólidas.

26 abril, 2012

4 estrategias: ¿Cómo ser un padre presente?

 

Muchos padres llegan a sus casas cuando los niños ya duermen. Si resulta imposible disminuir las horas de trabajo, la buena noticia es que no está “todo perdido”. Hay estrategias que, trabajadas en conjunto por el matrimonio, permiten estar siempre presente.
Contaba un papá que un día cuando fue a dejar a su hija al colegio, ésta al despedirse le dijo con toda inocencia: “Adiós papá, hasta mañana”. Claro, eran las 8:00 a.m y ya no lo vería hasta el día siguiente a la misma hora. El hombre quedó impresionado y triste con la despedida. En esos momentos odió que su trabajo le exigiera tantas horas de dedicación, pues, por lo general, llega a su casa después de las nueve de la noche, cuando literalmente ya todos sus hijos sueñan con los angelitos. Lamentablemente sabe también que trabajar hasta más temprano en su caso resulta difícil y siente en sus hombros el peso de ser un papá ausente. Sin embargo, aunque parezca imposible, basta un dedicado trabajo entre ambos cónyuges para que a pesar de las horas destinadas al trabajo,el papá no falle.
Estrategias a seguir

Asumir la condición que les toca
Es la premisa para llevar a cabo cualquier estrategia. “En primer lugar, son los adultos los que deben tener asumidas las circunstancias de vida que les tocó”, explica la psicóloga Mariarita Bertuzzi, quien cuenta un ejemplo para graficarlo claramente: “Recuerdo una mujer cuyo marido trabajaba muchísimo, salía a las siete de la mañana y volvía después de las nueve de la noche. Sin duda, era la situación ideal para catalogarlo como un padre periférico y vivir quejándose y descontenta con la situación. Sin embargo, esta mujer, al contrario, lo asumía como un esfuerzo necesario para su desarrollo profesional y, por tanto, para el bienestar de la familia. Por lo mismo, nunca le hizo sentir a los hijos que tenían un padre ausente, sino que siempre les recalcaba el esfuerzo que él hacía”. Hablar en positivo de las responsabilidades del papá, del privilegio que significa tener trabajo, explicarles en qué consiste lo que él hace, incluso llevarlos a terreno, a la oficina o al lugar donde pasa la mayor parte del tiempo, involucrarlos en lo que se pueda es buena idea para que ellos comprendan los motivos de su ausencia.
Ahora, para que esto funcione muy bien es fundamental desplegar la segunda estrategia.

Aprovechar el tiempo libre
“Este papá no participaba de ningún club de Tobby y dedicaba su tiempo libre a vivir intensamente la vida en familia”, concluye Mariarita Bertuzzi.
Si esto de verdad es así los frutos son seguros.
En contraste, la experta cuenta otro ejemplo: “Conocí a un matrimonio que cansados y extenuados, el fin de semana se lo pasaban intentando descansar en la cama, mientras sus hijos se levantaban temprano y presionaban todo el día, con una que otra pataleta, para ver si los padres se animaban a levantarse y estar con ellos. Fin del cuento: ni los padres descansaban ni los hijos se alegraban. Al final del día estaban todos mucho más estresados de como lo estarían si hubieran hecho el pequeño esfuerzo de salir aunque sea a dar una vuelta en bicicleta”.
La tentación de pasar los sábados y domingos “descansando” es grande, pero no es de verdad un tiempo “rentable” en término de las ganancias familiares que se obtienen. Es más, puede ser aún más estresante.
Dedicarle tiempo a los hijos, según Mariarita Bertuzzi significa: “conversar, hacer asados, escalar cerros, andar en bicicleta por la cuadra…”. En esto si es la mamá la que ha tenido un poco más de tiempo, puede organizar distintos momentos, de manera que la tentación de no hacer nada se presente como la alternativa más difícil. Por ejemplo, puede preparar con todos un rico aperitivo, un pic nic en el cerro o un paseo en bicicleta.

No malgastar tiempos claves
Durante la semana, si bien quedan pocas horas para ver a los hijos, es importante saber aprovecharlas bien, de manera que no sean invadidas también por el estrés. Nuevamente con un ejemplo, Mariarita Bertuzzi explica cómo esto debe ser bien pensado. “Vi el caso de un papá que decidió llevar todos los días a sus hijos al colegio. Pero resulta que siempre se levantaba apurado y se subía al auto muy nervioso. Retaba a todo quien pasaba por su lado y ni siquiera escuchaba las preguntas que le hacían sus hijos en el camino. En conclusión, un desperdicio total de un tiempo que puede ser precioso para enseñar a los hijos cómo empezar el día, con cuál ánimo enfrentar el trabajo que a uno le toca y para conversar y conocerlos más, sobe todo si no se les va a ver hasta el día siguiente”.
En este caso, para aprovechar de verdad el poco tiempo disponible, como el rato que demora llevarlos al colegio, valdría la pena, por ejemplo, levantarse más temprano.

Complicidad entre los cónyuges
Si es la mamá la que puede estar más tiempo con los hijos, una buena idea es que ella mantenga “informado” al marido de lo que le pasa a cada uno durante el día, en cosas importantes, pero también en detalles. Que los niños capten que el papá sabe muchas cosas, aunque no está, sin duda, los sorprenderá. Esto no quita la responsabilidad que debe tener el papá y por mérito propio estar pendiente de lo que le sucede a sus hijos. Para ello no costaría nada que se propusiera llamarlos por teléfono durante el día para saber de ellos y enterarse lo que les está pasando. Pero la combinación de ambas “tácticas”, es decir, los soplos de la mujer y el propio contacto, puede favorecer mucho el espíritu de estar presente.

Cuando los 2 trabajan
Si en la familia ambos cónyuges se ven afectados por largas jornadas laborales es importante que:
  • Intenten coordinarse de manera que cuando las horas en el trabajo de uno se alargan mucho, al menos el otro pueda estar antes en la casa.
  • Tengan buenos cuidadores sustitutos de manera de tener la tranquilidad de que los hijos están bien cuidados. Intentar generar una red de familiares que puedan estar con los niños algunas horas al día.
  • Programen bien el tiempo libre de los hijos para asegurarse que están pasando el tiempo en actividades sanas. Estimular en ellos intereses artísticos, musicales o deportivos, entre otros, ayuda mucho.

25 abril, 2012

¿Porqué las parejas se divorcian?




En la actualidad la separación en las parejas suele darse por distintos motivos, si bien son personales, lo podríamos agrupar entre las causas más frecuentes de divorcio.
Las causas más frecuentes de un divorcio, según un estudio del año 2004,  son la incompatibilidad, con un 42,3% mientras que con un 12% es la infidelidad.
En cambio para  los Hindús, la principal causa de divorcio es la interferencia de los suegros, seguido de la infidelidad.
Sin embargo en China la infidelidad  no es una de las principales causas de divorcios, sino que para ellos los factores que influyen en la separación son la adicción a los juegos de azar y problemas de salud.
En distintos países del mundo otra causa que hace un 11,5% de separaciones en la pareja es la irresponsabilidad.
Como vemos no todo está perdido, ahora que conocemos las causas más comunes de  un divorcio, podemos evitar que algunas de ellas no lleven a romper nuestra relación. Pero también tengamos en cuenta que  los divorcios no son  de lo más frecuente, por lo que no perdamos las  esperanzas te tener una hermosa familia donde prevalezca el amor.

10 cosas que nunca debe decir una suegra a su nuera

 

 

En tema de suegras todas las nueras tienen algo que decir de la suya, al menos es lo que he escuchado en repetidas conversaciones entre familiares y amigas. Por mínimo que sea, algunas dicen tener suegras que son excesivamente atentas que pueden llegar a asfixiarlas, y otras que en el opuesto, suelen desaprobar o desacreditar todo lo que venga de la nuera.
Tomando en cuenta y recopilando todo lo que me han mencionado que no les agrada escuchar de sus suegras, hice una pequeña lista de las 10 cosas, o algunas de las cosas, que una suegra nunca debe decir a su nuera para no dañar la relación entre ambas; toda suegra que lea esto, seguramente tendrá la mitad del camino ganado con su nuera si evita decirlas.

1. Cómo mantener tu casa: “elige ese tono para la pared”, “mejor ese estilo de sofá”, “ese cuadro queda mejor allá”, “esa vajilla no es apropiada para la ocasión”… son algunos de los comentarios que podrás escuchar de tu suegra si ella quiere que tu nuevo hogar quede como es el de ella. Al menos son algunos de los comentarios que me han hecho saber algunas de mis amigas.
2. “Mi hijo está muy delgado / o muy gordo; ¿no será que no lo estás alimentando bien?”: poner en duda las habilidades culinarias de la nuera, o las nuevas costumbres alimenticias y nutritivas del nuevo hogar, son esas cosas que a una suegra le replican en la mente; “pero mi hijo no come de esos vegetales”, “¿desde cuándo le gusta comer eso?”, “esta comida me sale mejor a mi, que a ti”.
3. “Él era mío, antes que fuera tuyo”: claro, no hay discusión alguna, ella lo concibió y lo crió los primeros años de su vida, pero es obvio que él ha tomado otro giro en su vida, formar su propia familia. No perdamos de vista que ambos roles son diferentes e igualmente importantes, mamá y esposa.
4. “No corrijas a tus hijos de esa manera”: es la queja más constante que he escuchado en todas las mamás que son nueras a mi alrededor, el tema de cómo criar a los hijos es muy complejo. Las suegras por naturaleza quisieran que sus nietos fueran educados de la misma manera que ellas educaron a sus hijos, lo cierto es que, los tiempos cambian, y cada mamá y cada hogar tiene sus propias dinámicas de familia.
5. “Mi nieto no se parece en nada a mi hijo”: obviamente, en cuestiones de genética los rasgos físicos van a a inclinar hacia aquellos genes que sean dominantes; no es cuestión de gustos o de elección, es cuestión de la naturaleza humana.
6. Recordar amores del pasado: muchas nueras se lamentan y pasan malos ratos cuando la suegra recuerda a aquella nuera del pasado que era como la hija perfecta de la familia, no digamos si la ha visto durante el día y llama a su hijo para comentarle “hoy vi a tu exnovia, te envió saludos y está preciosa!”.
7. Opinar acerca de tu apariencia física: “Ese corte de cabello te hace ver más llenita”, “ese tono de cabello le gustará a mi hijo?”; puede que con los años del matrimonio y más si has tenido hijos, no seas la misma físicamente que solías ser de adolescente o recién casada; probablemente has ganado peso, te has cambiado el color del cabello, o bien te lo has cortado radicalmente; la apariencia es algo que a ti debe tenerte satisfecha, no a la suegra, por lo tanto sus opiniones son solamente opiniones, no decisiones.
8.  ”En mis tiempos no era como en los tuyos”: una afirmación que comúnmente mencionan las suegras para hacer referencia a las nuevas rutinas de mamás que salen a trabajar y dejan a sus hijos al cuidado de guarderías o niñeras. O bien, en lo opuesto, las esposas que no tienen que trabajar como ellas lo hicieron en el pasado, “deberías ayudar a mi hijo con los gastos de la casa”. Valida cada época, cada circunstancia es diferente, cada vida también.
9. “Cuando el bebé nazca, me voy a mudar a tu casa para enseñarte cómo atenderlo”: el momento de la maternidad y la llegada del primer hijo, es algo tan íntimo para el nuevo vínculo familiar que se está formando entre la pareja y el primer hijo; no es que las nueras quieran desaprobar la experiencia de la suegra, simplemente es que ellos (la pareja) quiere descubrir ese nuevo vínculo sin terceros.
10. “Hazlo como yo lo hacía”: decirte repetidamente cómo le gusta a tu pareja que las cosas estén hechas, ”a mi hijo le gusta el café con 2 de azúcar”, “le gusta que sus camisas estén planchadas de este modo”… y podría darte una larga lista de todo lo que a su hijo, ahora tu pareja, le gustaría que fuera hecho como era en su hogar. Claro está que la nuera hará las cosas como ambos vayan descubriendo que les gusta, no como se las impongan.

Y así, podría enumerar muchas otras cosas más, sin embargo, estas son las más relevantes o al menos, las que más he escuchado a otras nueras quejarse con frecuencia. ¿Te identificas con alguna?.

22 abril, 2012

El divorcio

 

 

Discusiones que giran en torno de los mismos temas o recordar como negativo el momento en que se conocieron son algunos síntomas que anuncian el fin de una pareja.
Los motivos por los cuales una pareja se divorcia pueden ser muchos, pero hay señales que los predicen, para bien o para mal.
Por eso, a continuación va una guía que puede servirte para que sepas en qué condiciones se encuentra tu matrimonio y, en caso de verse reflejado, cambiar las cosas para que el matrimonio no desencadene en un divorcio.
Para el terapeuta de parejas estadounidense John Gottman, los factores que predicen la separación matrimonial, y que reproduce el diario chileno La Tercera, son los siguientes:
* Cuando la relación de pareja presenta más interacciones negativas que positivas.
* La presencia de estas actitudes indica que la relación se encuentra en estado terminal.
* Las discusiones que giran siempre alrededor de los mismos temas y que no arrojan resultados positivos.
* Cuando todo lo que se dice, es mal interpretado o visto como una agresión.
* Que se recuerde de mala manera el pasado y, sobre todo, el momento en que se conocieron.
* Cuando el más mínimo problema genera una discusión que, muchas veces, hasta puede tener síntomas violentos.
* La poca comunicación y la ausencia de actividades en común.
* Al compañero sólo se le ven los defectos y se ignoran sus aspectos positivos.
* Interés por otra mujer u hombre.
* Descuido hacia la pareja o hijos incluso.
* Disfrutar más el tiempo estando lejos de la pareja, que estando cerca de él o ella.
* Falta de comunicación y disposición para escuchar a la pareja.
Si te identificas con varias de estas señales es importante que les prestes atención y que busquen ayuda matrimonial, orientación y terapia de pareja para resolverlas lo antes posible, un matrimonio es de dos y si hay hijos de por medio los daños serán más prolongados.
La mayoría de parejas no agotan hasta el último recurso por reconciliarse, muchos por adoptar una actitud derrotista, cómoda, fácil o incluso a la ligera. El divorcio es comparado tan doloroso como la muerte de un ser querido, el duelo de una pareja; puede que con el tiempo sanen las cosas pero quienes sufren las consecuencias son los hijos que haya de por medio.
Si quieres rescatar tu matrimonio pon atención a las señales antes de que sea demasiado tarde, actúa y habla con tu pareja acerca de invertir tiempo en solucionarlo, muchas veces la mayoría de problemas tienen solución, siempre y cuando exista intención por cambiar, y perdón.

Regula la cantidad de TV que ven tus hijos

 

 

Nuestros hijos muchas veces pasan su tiempo libre frente a la TV, habiendo otras actividades recreativas tan igual entretenidas como esta, pero a veces nuestra comodidad de madres o bien el dejarlos encargados con alguien más nos hacen recurrir a que pasen tiempo frente a ésta.
Es importante que consideres que si tu hijo verá TV le des un tiempo prudente límete para verla, es mejor poner reglas para que luego puedas ser flexible en la norma a que luego deje de ver el mismo programa que ya ve hasta cuatro veces al día.
Limita la cantidad de televisión que ve tu hijo
Si tu hijo tiene menos de dos años, intenta que vea la tele lo menos posible. Si decides permitir que la vea, no dejes que sean más de 10 ó 15 minutos. Si ve televisión más tiempo, su pequeño cerebro puede ponerse en piloto automático. Entre los dos y los tres años el tiempo total de televisión debe ser de una hora al día, e incluso ese tiempo es mucho para un niño activo. Asimismo, mantenla fuera del cuarto de tus hijos y no le dejes verla durante las horas de comer.
Mira programas, pero no la televisión
En vez de sentarte a ver cualquier cosa que haya en la tele, usa los listados de programas para seleccionar con cuidado lo que tu hijo va a ver y apágala cuando el programa haya acabado. Un aviso de cinco minutos indicándole que su amado programa está a punto de acabar, ayudará a tu hijo a estar listo para la siguiente actividad.
Escoge programas calmados y tranquilos
Los programas tranquilos le dan a tu hijo tiempo suficiente para pensar acerca de lo que está mirando y absorber la información. Sin embargo, mucha acción, como se da en los programas de dibujitos de acción/aventura, sólo lo confundirá. Además, hay investigaciones que sugieren que los niños que ven programas violentos en la tele tienen más probabilidades de mostrar un comportamiento agresivo. Mantente alejada de los programas de miedo también. En vez de eso escoge algunos programas sencillos que enfaticen la interactividad. Los programas que inspiran a tu hijo a hacer sonidos, decir palabras, cantar o bailar son los mejores.
Mira la televisión con tu hijo siempre que te sea posible
Un reciente estudio analizó tres grupos: los niños con acceso ilimitado a la televisión, los niños con un acceso moderado que la miraban sin padres, y los niños con un acceso moderado que la miraban con el padre o la madre. El último grupo tuvo un rendimiento académico mucho más alto que los otros grupos. Cuando estás junto a tu hijo le comunicas que lo que hace es importante para ti. Por supuesto, todos tenemos momentos en los que usamos la televisión o un video como niñera, pero cuando dejas a tu hijo solo delante del televisor durante un largo tiempo, le estás enviando la señal de que te da igual lo que mire. Si puedes, llévate la cesta de la ropa que tienes que doblar o cualquier otro tipo de tarea que puedas hacer sentada para que puedas trabajar y mirar la tele con él. Entonces se convertirá en una actividad que los dos pueden hacer juntos y podrás hacerle preguntas sobre lo que ve o explicarle lo que no entiende.
Ayuda a tu hijo a mirar con un ojo crítico
Explica tanto como puedas qué es lo que está pasando en el programa y durante los anuncios y clarifica la diferencia entre los dos. Anima a tu hijo a que haga preguntas y a que relacione lo que está ocurriendo en el programa, con su propia vida. Si tienes un aparato de video, considera grabar los programas. De esa forma podrán verlo cuando tú escojas y poner la cinta en pausa para hablar sobre lo que está ocurriendo. También puedes pasar deprisa los anuncios.
Amplía el contenido del programa con actividades o libros
Si tú y tu hijo acaban de ver un episodio de Dora exploradora que menciona un número, habla acerca de él después y encuentra otros ejemplos para mostrarle. Cuando estés poniendo la mesa, por ejemplo puedes decir: “El número de hoy era el tres ¡y tenemos tres sitios para comer!”, o puedes leer y disfrutar un libro que incluya los conceptos de los números.

Hermanos que compiten entre sí. ¿Cómo pueden enseñarles los padres a llevarse mejor?

 

 Ya sea en el resultado de sus calificaciones escolares, el lugar donde estudian, la marca de la ropa que usan, los gadgets o el deporte que practiquen, los jóvenes hoy sienten la presión por llegar a la cima y destacarse sobre los demás, de lo contrario no se sienten validados, por esto los padres es tan importante que puedan afianzar sus cualidades y validar sus emociones para que aprendan a que la vida no es una competencia.

Antes se acostumbraba escuchar de competitividad entre adolescentes o adultos, pero hoy ya escala a nivel de tweens, y ¿por qué ahora a segmentos de menor edad? los niños y jóvenes ahora están siendo expuestos a más y más programación que promueve la competencia entre sí como American Idol, Survivor, y America’s Next Top Model entre otros; así mismo, la cultura del “reallity TV” con programas como Jersey Shore, Quiero Mis 15 entre otros, cada vez nos muestran más que a toda costa se lucha por ser el primero, el de mayor exposición y el más renombrado para bien o para mal, todos estos programas refuerzan la idea que ser el número uno es lo que importa y no sobre quién tenga que ser.
Al exponer a nuestros hijos sin haberles formado un criterio previo, surgen pensamientos como “yo puedo hacer eso o tener aquello, y si no lo hago entonces soy un nadie o un perdedor”, y es así cuando ellos deciden pasar sobre los demás por tener la atención que esperan y el lugar que creen tener para validarse equivocadamente.
Hoy lo padres de estas generaciones de adolescentes y tweens también se ven afectados o envueltos en el juego de esta cultura competitiva, donde se ven obligados a inscribir a sus hijos en clases extracurriculares de moda, planean viajes a destinos fuera de serie, contratan tutores privados, los llevan pilotos privados a todos lados, y esto simplemente porque se convierte en lo “aceptable” para encajar en los círculos sociales de otras familias competitivas porque lo básico ya no es suficiente.
Si embargo, la presión a competir, sea cual sea su origen, puede conducir a un estrés que llegue a paralizar las decisiones de los jóvenes por temor a cometer errores.
Es necesario reconocer que la competencia no es mala, siempre y cuando se maneje de manera sana, con expectativas realistas y con énfasis en buscar la excelencia personal, es bueno para todos los niños. Los padres deben reforzar temas como educación con disciplina, manejo del tiempo y establecimiento de metas claras para formar un criterio propio en sus hijos basado en valores morales.
Éstos son algunos pasos inteligentes para compartir con tu familia y enseñarles a tus hijos cómo ser equitativos:
1. Hacer hincapié en los valores personales: cuando de deportes se trate, anima a tu hijo a mejorarse a si mismo, no mejorar su punteo respecto a los demás y cuando de estudios se trate, anima a tu hijo a sacar mejores puntuaciones, no un perfecto 100.
2. Piensa antes de comprarle a tu hijo aquel gadget de moda: cuando los jóvenes piden lo último en equipo de tecnología y juego asegúrate que no lo hagan con el afán de mostrarlo a sus compañeros, dale un motivo para comprarlo, aprovecha el deseo para que sea un regalo de cumpleaños o un regalo para una fecha conmemorativa como Navidad.
3. Habla con tu familia de los valores que poseen como núcleo: refuerza los valores, expone a tus hijos cuáles son las virtudes que cada uno de ellos posee particularmente, que los hace diferentes a los demás. Recuérdales cuantas veces sea necesario estas cualidades y en diferentes situaciones en las que se vean envueltos, celebra sus éxitos y anímalos en los fracasos a seguir adelante. Reconoce la diferencia de cada uno de tus hijos, sus fortalezas y sus debilidades, anímalos a colaborar uno con otro uniendo esfuerzos con las fortalezas de cada uno.
4. Habla de los modelos de conducta: háblales con ejemplos claros, con el lenguaje que ellos acostumbran usar, con situaciones con las que se identifiquen, por ejemplo un partido de fútbol discutan cómo se comporta cada jugador, reconozcan sus fortalezas y sus debilidades.
5. Hazles las preguntas correctas: no les hables en lenguaje subliminal, habla claro y directo, pregunta lo que tu hijo está aprendiendo en la escuela, no preguntes si lo hizo bien o si lo hizo mal; pregunta cómo se sentía mientras jugaba, no preguntes quién ganó, esto reforzará y validará sus sentimientos; pregunta si el partido que vio o jugó fue divertido, no preguntes quién llegó a verlo.
6. No lleves la cuenta de los puntos ganados o perdidos: no es necesario que lleven la cuenta de las veces ganadas, sino de las veces que han compartido en el juego con otras personas, el compartir amplía su punto de vista y su conocimiento hacia otros puntos de vista, y esto genera más criterio puesto que existen más puntos de referencia.
La competencia está a merced del día pero está en tu labor de padre y madre el animar a tus hijos a crear su propio criterio, y crear seguridad en sí mismos para que no se sientan perseguidos y no caigan en el mismo juego. Recuérdales que el verdadero valor no está en lo que se posee materialmente, sino en lo que pueden darle interiormente a los demás.

Dedicándole tiempo a tu pareja cuando tus hijos o tu trabajo demandan tu atención.

 

 

El tiempo que dedicas a tus hijos o el tiempo que dedicas trabajando te consumen y cuando te quieres detenerte a reflexionar, te has dado cuenta que tu relación de pareja probablemente esté abandonada, fría o incluso dañada. Te sugerimos los puntos básicos para que cultives de nuevo la relación con tu pareja y puedas mantener viva la razón por la cuál decidiste unirte a ella.
1. Procura salir a solas con tu pareja: si tienes hijos pequeños trata de pedirle a algún familiar que te ayude a cuidarlos mientras compartes un tiempo con tu pareja, si no tienes familiares cerca entonces recurre a una amiga o niñera de confianza. Empieza poco a poco, es decir, no salga de fiesta la noche completa, puede comenzar con una película en el cine o una cena para los dos en su restaurante favorito.
2. Una cena especial en casa: una vez que tus hijos estén dormidos o bien si son más grandes, si tus hijos han salido, aprovecha la ocasión para preparar una cena especial para tu pareja, dedicándole la atención exclusiva. Si no quieres cocinar entonces pide a domicilio algo de comer especial, destapa una botella de vino y acompáñala de quesos, jamones y una buena película.
3. Comunicación: encuentra o crea el momento para una buena conversación con tu pareja, pregúntale cómo se siente, qué le gustaría hacer el fin de semana, dile lo mucho que le admiras y orgulloso u orgullosa que puedes sentirte de ser su pareja, palabras como esta contribuyen a alimentar tu relación.
4. Escribe notas de amor: el día te absorbe completamente y no encuentras el momento para decir lo mucho que amas a tu pareja, entonces escríbele un mail o una carta y en esta ponle lo mucho que le amas, usa palabras amorosas y sinceras, aquellas que nazcan de tu corazón, no necesitas ser poeta para esto.
5. Sal a pasear el fin de semana: para romper la monotonía puedes salir el fin de semana con tus hijos y tu pareja al lugar que a todos les encante compartir juntos. Los centros comerciales, parques, actividades y eventos al aire libre son buenas opciones para este punto.
6. Cambia y rompe la rutina: instituye un día de películas en casa con tu pareja, disfrútala cuando tus hijos ya se hayan dormido, probablemente te interrumpa tu bebé al despertar llorando a mitad de la película pero así te estarás ayudando a que él tenga un patrón de sueño y comience a aprender a hacer la noche completa.
7. Días de juego: como parte del cambio de rutina, pueden jugar juntos a las cartas o algún juego de mesa que les haga divertirse y compartir el tiempo juntos, aprovecha las siestas de tu bebé, o aprovecha mientras que tus hijos ya más grandes juegan a la bicicleta.
8. Compartiendo con tu pareja sin gastar dinero: aprovechar una tarde de sábado o domingo son buenos momentos para compartir en pareja y en familia, no necesitas gastar, procura llevar a los niños a jugar al parque más cercano con su bicicleta, lleva burbujas, botellas de agua purificada o una fresca limonada hecha en casa.
9. Una reunión de amigos en casa: reunirse con los amigos es sano, comparten experiencias y los amigos son apoyo en etapas difíciles, ellos podrán ayudarte a pasar un rato alegre, procura reunirte con las demás parejas, disfruten una cena en casa y compartan temas de interés en común.
10.  Encuentra tiempo para ti: este es el más importante de todos los puntos, donde el tiempo que te dediques a ti misma es el tiempo que te hará reflexionar acerca de tu vida interior, tu felicidad y espiritualidad, procura practicarlo lo más seguido que puedas, cuídate y reserva momentos de paz y tranquilidad, si lo tuyo es un par de horas de salón entonces ve a que te cepillen, te hagan la manicura y el pedicura. Escucha tu música favorita, lee la revista que acostumbras, mira tus programas favoritos de la TV, camina, sal a correr y habla por teléfono con tu mejor amiga.
Practicando estos puntos y manteniendo sobre todo la comunicación con tu pareja seguramente tendrás una relación de pareja y relación familiar sana. Recuerda que unos padres felices, construyen familias felices.